Los ciclones tropicales y la ocurrencia de considerables volúmenes de precipitaciones, se encuentran entre los eventos meteorológicos más importantes que afectan las provincias de Barahona y Bahoruco entre los meses de junio a octubre. En estas zonas, cuando la siembra se realiza durante los meses de junio y julio, la etapa de floración a cosecha del cultivo, ocurre durante los meses en que usualmente se presentan fuertes vientos y exceso de lluvia, ocasionando la caída y el anegamiento de las plantaciones. Además, en Barahona y Bahoruco, el sistema tradicional de producción de plátano, se caracteriza por el uso de bajas densidades de siembra, manejado como cultivo perenne, exponiendo el cultivo a los efectos negativos de los fenómenos naturales que regularmente ocurren, lo cual ha contribuido con los bajos volúmenes de producción, y la creciente incidencia de plagas y enfermedades, como Sigatoka negra. Tomando en consideración que el plátano se puede sembrar en cualquier época del año, el cambio de época de siembra, utilizando alta densidad de población a un ciclo de producción, es una alternativa para reducir el grave deterioro que se registra permanentemente en las unidades de producción. La siembra durante los meses de febrero a abril, ha resultado ser la de menor riesgo a desastres naturales, de acuerdo a testimonios de productores de la zona. Ya que de esta manera la etapa de floración a cosecha del cultivo, ocurre fuera de los meses en que usualmente se presentan estos fenómenos. La alta densidad se refiere a siembras mayores de 2 500 plantas por hectárea. Sin embargo, esta práctica resulta exitosa cuando el sistema de producción se maneja a un solo ciclo de producción, donde obtienen alto rendimiento y una menor incidencia de plagas y enfermedades, lo cual se refleja en mayores ingresos para los productores.
Descripción
El plátano se puede sembrar en cualquier época del año, con la condición de que haya suficiente humedad en el suelo.
De ahí que para la renovación de las plantaciones, se debe sembrar durante la época correspondiente a los meses de febrero a abril.
De esta manera la etapa de floración a cosecha del cultivo, ocurre fuera de los meses en que usualmente se presentan los fuertes vientos y exceso de lluvia, que es de junio a octubre.
Esta práctica resulta exitosa cuando el sistema de producción se maneja en alta densidad de siembra a un solo ciclo de producción.
La alta densidad se refiere a siembras mayores de 2 500 plantas por hectárea, tanto para cultivares altos como enanos.
Se debe sembrar la mayor cantidad de plantas por unidad de superficie, sin que la competencia entre plantas afecte significativamente la productividad y la calidad del fruto.
Para la zona de implementación de este proyecto, consideramos que una densidad entre 167 a 209 plantas por tarea (2 655 a 3 323 plantas por ha) es una práctica a utilizar en la producción de plátano.
La siembra en altas densidades considera a la plantación como un cultivo anual (un solo ciclo), debido a que se elimina la plantación una vez que se han cosechado todos los racimos y se siembra nuevamente.
Después del primer ciclo de producción del plátano, en La Línea Noroeste, utilizan la rotación con cultivos de ciclos cortos para generar ingresos mientras llega la próxima época de siembra, que para el caso de Barahona y Bahoruco será durante los meses de febrero a abril.
Fuente: IDIAF 2015
Figura 1. Diferentes sistemas de siembra
©FAO/TECA
Figura 2. Siembra en doble hilera
©FAO/TECA
1.2 Momento de siembra
Para establecer la nueva plantación, la siembra debe realizarse durante los meses de febrero a abril, para lo cual debe iniciar las labores de preparación de terreno, por lo menos un mes antes de la siembra.
Una vez que el suelo ha recibido la preparación adecuada, se marca la parcela con “estaquillas”, a las distancias previamente seleccionadas.
Las estacas deben colocarse en los sitios precisos donde se sembrarán las semillas.
En terrenos completamente planos y sin obstáculos, para ubicar las estacas, se emplean cuerdas previamente marcadas a las distancias seleccionadas; y cuando el terreno es ondulado o presenta diversos obstáculos, por lo general, impiden extender la cuerda y en su reemplazo se emplean de dos a tres varas rígidas con medidas específicas.
1.3 Material de siembra
Si algo es fundamental en el sistema de altas densidades, es el material de siembra, ya que de ello depende la sincronización de la producción y por ende el éxito de esta alternativa tecnológica, por lo que se debe hacer todo esfuerzo para obtener material de siembra lo más uniforme posible.
La siembra de plántulas en bolsa, sean estas provenientes de un laboratorio (producción in vitro) o de cormitos (producción in vivo, Figura 3), garantiza la óptima uniformidad de siembra, condición que aumenta en importancia conforme aumenta la densidad de población.
Por lo tanto, esta sería la opción de siembra más recomendable.
El sistema de alta densidad muestra su óptima producción cuando todo el ciclo de cultivo se mantiene libre de competencia por hijos.
Se recomienda no hacer un deshije tradicional de remoción profunda de hijos, sino mantener el cultivo limpio de los mismos cortándolos a ras de suelo.
Esto se hace una vez por mes.
Figura 3. Planta producida por cormitos
©FAO/TECA
©FAO/TECA
6.2 Tecnología a favor de los pobres
La renovación de plantaciones de plátano cambiando la época y sistema de siembra mitiga los impactos negativos de eventos meteorológicos,ya que ayuda a reducir plagas y enfermedades, entre otros.