Vientos de hasta 54 kilómetros por hora afectaron más de 50 hectáreas de plantaciones de banano en el trópico cochabambino, además de causar otros estragos. El hecho ocurrió el miércoles a las 23:00. Las alcaldías cuantifican los daños.
El responsable regional del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Erick Sossa, reportó que en Villa Tunari hubo vientos de 9,5 kilómetros por hora, pero en Puerto Villarroel llegaron a 54. Sossa aclaró que no fueron vientos huracanados. Tampoco hay alerta de más vientos o lluvias en la región. “Fue un evento conectivo, con sucesos puntuales, sólo en ciertas regiones del trópico de Cochabamba”, dijo Sossa.
El responsable de Defensa Civil del Trópico, Jaime Prado, informó que las 50 hectáreas afectadas de banano están en Senda B, del municipio de Chimoré. Los vientos también dañaron el techo de tres ambientes del Grupo Aéreo 22, poniendo en riesgo helicópteros y el sector donde se almacena el combustible.
En el municipio de Ivirgarzama, se afectaron los techos de un colegio y de la Fuerza de Tarea Conjunta. “Continuamos realizando la evaluación de los daños, estos son sólo datos preliminares”, indicó Prado.
Radio Fides Chapare informó que los vientos causaron corte de energía eléctrica en varios sectores y derribaron letreros y techos. La emisora detalló que plantaciones de plátano fueron afectados en Villa Fernández de Shinahota y en Isla Chilijchi Pampa Senda B de Chimoré.
Radio Soberanía informó, además, que el río Bolívar, de Villa Tunari, arrastró un camión cuando éste intentaba cruzar el afluente. Sólo se reportaron daños materiales.
El asambleísta departamental José Javier Castellón explicó que la crecida del río 24 derribó gaviones y afectó 150 metros de la plataforma de la carretera a Santa Cruz. También afectó a la población de San Miguel. “Hay daños de vivienda y pérdidas de cultivos de yuca, cítricos plátano y maracuyá”, dijo.
Debido a esta situación, la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Gobernación y los asambleístas departamentales acordaron realizar hoy una inspección a la zona.
NO HAY EMERGENCIA POR SEQUÍA
El viceministro de Defensa Civil, Óscar Cabrera, aclaró ayer que la institución no elabora ningún plan para mitigación de la sequía de este año, porque estamos en época de lluvias.
Cabrera declaró eso ayer después de que Consejo Nacional de Reducción de Riesgos y Atención de Desastres y Emergencias aprobó el plan de contingencia para atender los efectos de las lluvias con un presupuesto de 11 millones de bolivianos.
“Ya no existe emergencia por sequía. Estamos en periodo de lluvias, en fase de recuperación y el Gobierno nacional apoya con créditos. No podríamos anticiparnos. Tendremos todavía las lluvias en febrero con la posibilidad de que se alarguen a marzo. Estamos bien, no podríamos alarmar a la población”, indicó.
El Viceministro indicó que la pasada gestión se tuvieron problemas de falta de agua debido al fenómeno de El Niño. “Ahora no tenemos esa anomalía. Sí tenemos una situación un poco irregular. La alta presión de Bolivia se ha bajado hacia el sur y eso ha hecho que las lluvias sean más al occidente”, explicó.